viernes, 30 de abril de 2010

Chuck vs Segunda temporada.

Chuck es esa serie ligera y divertida que todo seriéfilo debería tener en su parrilla. Está perfectamente diseñada para disfrutar de todos esos momentos en los que uno solo quiere relajar un poco la mente, y dejarse llevar por unas tramas que en ningún caso pretenden tomarse demasiado en serio a sí mismas. Sus personajes resultan lo suficientemente simpáticos como para cogerles cariño enseguida, y sus historias lo suficientemente complejas como para no caer en lo repetitivo sin más expectativas que las de pasar un buen rato con una constante sonrisa en la cara. Sus efectistas pero siempre efectivas descargas de humor pocas veces arrastran a la carcajada pero funcionan porque te hacen sentir bien y en paz contigo mismo. Sus escenas de acción sin ser nada del otro mundo en cuanto a composición visual y coreografía se refiere, resultan lo suficientemente intensas gracias a la conexión emocional que uno ya ha establecido con los personajes desde un principio, y sobre todo a la excelente banda sonora que las acompaña en todo momento, digna de cualquier gran producción de Hollywood. Esta es la parte buena. Por contra podemos decir que algunos personajes secundarios son meros estereotipos que interrumpen constantemente el argumento, que los clichés campan a sus anchas restándole fuerza a las partes más interesantes de la trama, o que la química sexual entre sus protagonistas chirría un poco en algunos momentos de la historia, excesivamente forzada por una falta de sutileza aplastante. Hasta aquí digamos que ha podido llegar mi percepción de esa primera temporada ya lejana en el tiempo y la memoria. Veamos si el bueno de Chuck ha sido capaz de ganarle la batalla a este su segundo enfrentamiento……

miércoles, 28 de abril de 2010

Hablemos en Serie cumple cien post.

Hoy estamos de doble cumpleaños en Hablemos en serie. Casi por casualidad (pues algo he puesto por mi parte) confluyen dos hechos relevantes en mi existencia. Para empezar un servidor celebra la friolera de treinta y ocho añazos en este mundo de los cuales por lo menos treinta y siete los he pasado viendo pelis y series (bueno quizás haya exagerado un poco). Dejando a un lado el hecho de que me hago más viejo (o sabio, según se mire), lo realmente importante para todos aquellos que se han pasado por aquí en algún momento de sus vidas seríefilas es la celebración de los 100 post que he sido capaz de publicar en estos siete meses de vida que lleva el Blog. Para muchos de vosotros blogueros experimentados puede que no sean demasiadas entradas, pero para un servidor que empezó esta aventura como un mero entretenimiento pasajero, el haber llegado tan lejos en tan poco tiempo supone una gran alegría que en estos momentos me gustaría compartir con todos vosotros verdaderos responsables de tal Azaña.....

lunes, 26 de abril de 2010

Hung. Sus “ENORMES” cualidades no son para tanto.

El año pasado se estrenó en el canal HBO una nueva serie con una premisa bastante curiosa y a priori divertida. Un profesor de instituto, separado y en plena crisis tanto laboral como emocional, decide dedicarse a explotar lo que él considera su gran don, que no es otro que su enorme pene. Este disparatado punto de partida, el productor y director del piloto Alexander pene digo Payne (director de películas como Entre copas o A propósito de Schmidt), y el siempre sólido canal en que se iba a emitir, ya formaban de inicio un extraordinario conjunto de razones por las cuales pensar en un producto de máxima calidad. Pues bien, después de visionar su primera temporada puedo decir que el resultado final es algo decepcionante con respecto a las grandes expectativas que había generado en sus albores. Tampoco me entendáis mal, la serie funciona perfectamente como un entretenimiento ligero y superficial que en ningún caso os llegará a aburrir por mucho que se esfuerce en lo contrario una trama que no acaba de coger carrerilla en ningún momento. El problema a mi entender está en una falta de riesgo y ambición argumental tan evidente que uno termina sus diez episodios con la sensación de que a su divertida premisa inicial se le podía haber exprimido mucho más el jugo de su esencia. Tras los puntos suspensivos lo vemos más a fondo……

jueves, 22 de abril de 2010

Bienvenidos de nuevo a las peligrosas calles de Farmington.

Segunda temporada de The Shield y otro paso más hacia un lugar en la cumbre de las series. Vic Mackey y sus colegas son pura adrenalina inyectada directamente en la retina. A través de imágenes e historias con mejor o peor resultado (casi siempre lo primero) la serie nunca deja indiferente a nadie (ni a sí misma) debido a la honestidad brutal de su propuesta y sobre todo a un entramado de virtudes que terminan confluyendo en una sola ecuación magistral que lo resume todo: ritmo nervioso y salvaje + personajes carismáticos + apabullantes diálogos = The Shield. Su ritmo endiablado (aunque a veces llegue incluso a atropellarse a sí mismo) nos arrastra inevitablemente al corazón de sus tramas con una intensidad tal que uno igual se marea ante el nerviosismo de sus imágenes, como las disfruta como pequeños fragmentos de híper-realidad disfrazada de ficción. Sus personajes son utilizados como puños de franqueza que te golpean una y otra vez dejándote en un estado de incertidumbre moral que desconcierta y excita como pocas veces en televisión. De la boca de sus protagonistas más que diálogos salen disparos que cuando dan en el blanco se vuelven tan peligrosos como un arma certera. El blanco y el negro no tienen cabida en una serie que juega constantemente sobre la delgada línea gris que separa las diferentes verdades de una misma historia. Si quieres emociones fuertes televisivas no hay otra serie igual. Bienvenidos de nuevo a las peligrosas calles de Farmington…..

lunes, 19 de abril de 2010

Lost. Constantes algo inconstantes.

Este estúpido juego de palabras me permite describir con facilidad las sensaciones que me han producido los dos últimos capítulos de Lost. Mientras “Happily ever after” se coronó como uno de los mejores episodios de esta sexta temporada, conectando de manera ejemplar (y como no a través de Desmond) realidades alternativas y de paso parte de la esencia de lo mejor de las temporadas anteriores con dicho episodio. “Everybody loves Hugo” vuelve a arrastrar esos pequeños vicios de arbitrariedad que tanto me están incomodando, dejándome una vez más con la misma extraña sensación de irregularidad que me ha acompañado durante casi toda esta nueva aventura “lostiana”. Por otro lado no creáis que este pequeño inconveniente me impide disfrutar de la serie como se merece, Lost tiene los suficientes alicientes como para no caerse de su pedestal por muchos vaivenes que pueda llegar a tener. Como en este caso mil palabras (más o menos) valen más que una imagen seguid leyendo y así podréis comprobar rápidamente el por qué de mi “constante” percepción de inconsistencia……

miércoles, 14 de abril de 2010

True Blood. Fantasía, sangre, lujuria, humor y amor vampírico.

True Blood me gusta mucho. Prefiero dejarlo bien claro desde el principio para que quien quiera bajarse de este post lo pueda hacer desde ya mismo. Termino de visionar su desparramante y muy excitante segunda temporada y mi cabeza aún deambula desconcertada (zarandeada por las imágenes) en busca de pastos tranquilos donde reposar todo lo visto, y así poder recolocar ese autentico vendaval de momentos “sangrisexuales” que aún recorren las venas de mis aturdidas neuronas. Y es que True Blood no solo se visiona, también se puede llegar a oler, masticar y hasta saborear porque Alan Ball nos ha regalado de nuevo un producto que va más allá de lo que parece a simple vista. Ese es su don y nosotros solo tenemos que ser capaces de leer entre líneas y disfrutarlo como lo que realmente es. En este caso un cuento de fantasía, sangre, lujuria, humor y amor vampírico que no se toma demasiado en serio a sí mismo, pero que no por ello deja de ser todo un excitante viaje lleno de vida (y muerte) capaz de lanzar tus sentidos hasta límites insospechados de adrenalina y embriaguez televisiva. Después de dos grandiosas temporadas imperfectas ya puedo decir con autentica convicción que True Blood corre por mis venas de seriéfilo sintiéndola más fresca e intensa que nunca. Si queréis saber el por qué de mi devoción por la serie solo tenéis que seguir leyendo más allá de los puntos suspensivos……

lunes, 12 de abril de 2010

Se llamaba Earl.

El año pasado nos cancelaban por desgracia una de las series más entrañables y amables que ha dado la televisión americana en los últimos años. Por supuesto estoy hablando de Me llamo Earl. En 2005 Bryan Singer en la producción y Greg García en la creación ponían en marcha un proyecto personal que durante cuatro temporadas nos hizo partícipes de una divertida historia de redención, fraternidad y amistad plagada de personajes de lo más pintoresco. Sus protagonistas, unos inadaptados sociales de una dignidad y humanidad sin igual nos hicieron pasar cuatro años de risas (y también es cierto que de algún que otro bostezo ocasional) dejando eso si a su paso una imborrable huella televisiva que siempre perdurará en lo más alto nuestro imaginario colectivo. En mayo de 2009 la cadena NBC cancelaba la serie por baja audiencia (como no) abandonándola a su suerte al borde del precipicio de una nueva trama, que nos dejaba a su vez a nosotros (pobres espectadores) con la desagradable sorpresa de no saber si Earl lograría o no tachar todos los nombres de su famosa lista, y lo que es peor qué ocurriría con su Karma una vez finalizada su quimérica aventura. He de decir que sabiendo de antemano de tal amputación argumental me negué a visionar sus últimos episodios con el fin de quedarme con el grato recuerdo que deja su episodio 4x19 (Mi nombre es alias). En dicho capítulo descubrimos por fin la verdadera identidad de uno de mis personajes favoritos (el hombre cangrejo) y además logramos de esta manera despedirnos de la serie como se merece quedándonos con una sensación final mucho más gratificante y satisfactoria...….

miércoles, 7 de abril de 2010

IT ´S NOT TV. IT´S HBO.

Muchos de vosotros ya conoceréis mi declarado amor por la cadena HBO. Puedo decir que a fecha de hoy he visto o estoy viendo en estos momentos todas y cada una de las series de ficción realizadas por el canal a excepción de su último estreno “How to make it in America” el cual seguro caerá pronto entre mis próximos visionados. Dicho canal, referente absoluto de la ficción televisiva americana de la actualidad, siempre ha destacado (aparte de por la gran calidad de sus series) por un cuidado exquisito a la hora de publicitar sus productos con unos tráiler y promos que siempre han estado hechos con una calidad de realización excelente. Como estos días ando corto de tiempo y aprovechando que he ido acumulando muchos de sus mejores montajes televisivos, hoy os voy a dejar con algunos de estos que seguro a más de uno le van a poner los pelos de punta. Me disculpo por anticipado por la baja calidad que tienen algunos de ellos (no he sido capaz de encontrar otros con mayor definición visual) y vuelvo a aprovechar la ocasión para animar al personal a que enlace o simplemente comente sus spots favoritos de la cadena. Sin más dilación y ante tales circunstancias solo se me ocurre decir……. ¡dentro video!……..

lunes, 5 de abril de 2010

Lost encuentra su pulso.

Después de “Ab Aeterno” (un capitulazo con mayúsculas que entra directamente en mi Top Ten isleño), pensaba que The Package sería una mera transición con la cual entretenernos, mientras se enlazaba una buena (pero un tanto irregular) primera parte de temporada con una recta final donde por fin y para deleite de todos se pondría de una vez por todas toda la carne en el asador de la serie. Este episodio centrado en los coreanos (que nunca han sido precisamente de mis favoritos) me hacía presagiar lo peor (o al menos intuir una trama no especialmente interesante), y más después de haber saboreado un bocado tan intenso y revelador como el que acabábamos de degustar la semana anterior. Sin embargo cual fue mi sorpresa cuando me encontré sin previo aviso con uno de los mejores capítulos de esta sexta temporada, y por supuesto el mejor de largo de entre todos los dedicados a la pareja coreana. Junto a ese maravilloso 6x09 deja a esta en su punto más álgido, con la apasionante sensación de que el último tramo que nos queda por ver no puede ser menos que un magnifico vendaval de grandes episodios. Esta vez prefiero no enrollarme demasiado en la introducción y pasar directamente a relataros mis impresiones sobre estas dos últimas joyitas que acabamos de disfrutar. Pasen y lean……

jueves, 1 de abril de 2010

Nip/Tuck. Fábrica de sueños de silicona.

Hace unas pocas semanas, después de siete temporadas y ya con cien capítulos a su espalda finalizó la serie Nip/Tuck. Más o menos por esas fechas me decidí a comenzar ese largo (y según dicen, muchas veces desesperante) viaje, después de quedar gratamente seducido por su autor (Ryan Murphy), tras disfrutar de esa mirada cínica y esos diálogos punzantes de los que hace gala su último éxito llamado Glee. Ya de antemano había hecho los deberes e iba bien informado (y sobre todo preparado) para un recorrido argumental de lo más movidito (por decir algo), en el cual me prevenían de una narración llena de piruetas y saltos mortales, y de personajes cuyos impulsos motivacionales muchas veces resaltaban como mínimo anárquicos e impredecibles. En esta primera temporada no ha llegado la sangre al rio (argumentalmente hablando), pero si se han podido atisbar los primeros signos de desvarío que me dejan al borde de ese precipicio que es su segundo relato con la sensación de no saber muy bien si aventurarme o no en semejante tinglado. Y es que la gran duda surge porque después de todo ese mareo emocional en el que han participado la mayoría de sus personajes y situaciones, uno se da cuenta de que también hay innumerables posos de inteligencia y perspicacia a los que poder agarrase en los visionados de futuras temporadas. Mejor me dejo de conjeturas y vamos directos al grano……